La Ciudad de los Conceptos 5/53: Miedo

No es más que una sombra. Sin ojos ni más rasgos diferenciados. No precisa de más alimento que el pensamiento de los hombres. Tiempos afortunados los que está viviendo. Tiene que reconocer que su compañero hace un buen trabajo. La Inseguridad le da terreno fértil para plantar su semilla. 
Ve pasar la gente por la calle. Se frota las manos. Miradas perdidas, alientos contenidos, pasos lentos. Durante un segundo penetra en las mentes. Lo que oye, le hace sentir bien. Ni un atisbo de esperanza. 
Su existencia es fácil. 
Nadie le ve. Tan solo necesita saltar y colocarse en la sombra de su víctima. Tan solo ha de vigilar su olor. Es algo que debe vivir con ello. Desprende un fuerte olor de putrefacción que aumenta al mantener mucho tiempo en una sombra. 
El Miedo, el Soldado Sombrío más eficaz de La Ciudad de los Conceptos, engulle con ferocidad la confianza de los hombres. 
Es eficaz.
La gente tiene miedo de sus decisiones, de sus sueños, de sus proyectos, del presente y el futuro, e incluso, llega a tener miedo de un pasado ya olvidado. Miedos y miedos que escapan a la razón.
Un hombre con traje arruga la nariz. ¿Y ese olor?, piensa. Rápidamente, el Miedo sale de su sombra. No hay que aprovecharse. 
El miedo, en su justa medida. Si engulle demasiado, él sabe que el hombre se paraliza y pierde más alimento. 

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